¿Sabías que la violencia sexual la sufren sobre todo mujeres y mujeres jóvenes?
En los delitos contra la libertad sexual, de cada 10 personas que sufren violencia sexual 9 son mujeres. Desde hace ya varios años, los Puntos Violeta (también conocidos como Puntos Lila o contra el acoso) se han popularizado en muchas fiestas, festivales y espacios de ocio para prevenir la violencia y el acoso sexual.
En Mujeres Jóvenes de la Región de Murcia: 8 de marzo (MUJOMUR) creemos que estas intervenciones deben ser dirigidas y asistidas por profesionales, no solo por personal voluntario. La violencia sexual es un delito grave que no puede atender ni abordar cualquier persona, por buena que sea su voluntad. La buena voluntad no asegura una buena asistencia. Es por ello, que los Puntos Violeta que realiza MUJOMUR en distintas zonas de España y, en especial, en la Región de Murcia y en Alicante, nuestra comunidad vecina, cuentan siempre con profesionales formadas en atención a la violencia sexual y/o de género, y victimología.
En MUJOMUR entendemos el Punto Violeta como un recurso de prevención victimal situacional, que además actúa como disuasorio. Hay que tener en cuenta que en los espacios de ocio y festivos aumentan algunos factores de riesgo: consumo de alcohol y/u otro tipo de drogas, comportamientos desinhibidos, zonas poco iluminadas, afluencia de menores, creencias de que ‘de fiesta todo vale’, etc.
Nuestra actuación profesional se basa en una serie de principios.
¿Cómo trabajamos? ¿Dónde radica la importancia de este servicio público?
📌 Profesionales formadas y especializadas en victimización sexual y violencia de género. Consideramos que la especialización es fundamental para que este tipo de asistencia se haga con las mejores garantías: las víctimas lo merecen. Una mala formación (o la ausencia de la misma) puede generar situaciones de revictimización, de mayor pánico en el entorno o incluso puede conllevar a la eliminación de pruebas biológicas, las cuales son muy importantes si la víctima quiere denunciar. Además, como en MUJOMUR la intervención la desarrollan profesionales, pueden actuar como testigos o testigos-peritos si la víctima denuncia y se inicia el proceso judicial. Sin duda, esto resulta de gran confianza para las víctimas, sobre todo cuando la violencia sexual constituye un delito caracterizado por una enorme cifra negra. El hecho de sentirse apoyadas, validadas y acompañadas es una motivación para denunciar.
La profesionalidad del servicio requiere asimismo un reconocimiento del trabajo hecho por nuestro equipo. Una psicóloga, una trabajadora social, una asesora o una educadora social intervienen a menudo de noche y en fin de semana. Si sacamos a estas profesionales de sus despachos, se debe valorar también que las condiciones de su trabajo se hacen en horario nocturno, fin de semana o festivos. Se trata de profesiones feminizadas y que, a menudo, son denostadas por el sistema patriarcal. Por ello, en MUJOMUR, de la misma forma que ponemos en valor la profesionalidad del servicio de Punto Violeta, ponemos en valor las condiciones laborales en las que trabaja nuestro equipo, evitando la precarización y la devaluación de la profesión.
📌 Manejo de los primeros auxilios psicológicos y de otras técnicas psicológicas para estabilizar a la víctima, evitando la revictimización y situaciones de pánico en el entorno. Cuando sucede un caso de violencia y acoso sexual, la víctima se suele dirigir antes a nosotras que a un agente de Policía o vigilante de seguridad. El Punto Violeta se concibe como un espacio aseguro, donde saben que van a tener asistencia psicológica desde el primer momento. Una vez que recibimos el caso, avisamos inmediatamente a Policía y/o Guardia Civil y a la seguridad del recinto. Se pone en marcha, así, el protocolo de actuación. Una vez que la víctima está estabilizada, puede prestar declaración a la Policía y/o Guardia Civil sin estar en un estado de pánico, de llanto incontrolable o de ira explosiva. Cuando el protocolo se pone en marcha, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado intervienen para identificar al agresor o posible agresor. Esto es, mientras nosotras asistimos a la víctima y a su entorno más cercano, los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado se enfocan en la intervención con el victimario.
📌 Intervención fundamentada en la prevención victimal, prestando especial atención a los factores de riesgo. El Punto Violeta no es una ocurrencia, al menos, en lo que respecta a las intervenciones que realiza MUJOMUR. No podemos poner la mano en el fuego por otras entidades o empresas, pero sí podemos garantizar que nuestro servicio se realiza con una fundamentación científica: la victimología, siempre acompañada de la perspectiva de género.
📌 Confidencialidad y respeto a la decisión de la persona agredida. Asistir al Punto Violeta por un caso de violencia o acoso sexual no se traduce siempre en una denuncia formal. Hay personas que deciden no denunciar por diferentes motivos: miedo a no ser creídas, desconfianza en el sistema judicial, minimización de la conducta delictiva, por miedo a las reacciones del agresor, por temor al estigma. Lo que sí tratamos de asegurar en el Punto Violeta es minimizar el impacto de la agresión, evitando que se desencadenen aspectos relacionados con el trauma. Asimismo, tratamos que la víctima disponga de una mayor información sobre cómo denunciar o cómo recibir asistencia posterior, a través de otros recursos de ayuda. En el caso de que se trate de menores de edad, MUJOMUR tiene la responsabilidad y/o obligación de trasladar esta información a los tutores legales.
📌 Ética profesional, priorizando los principios básicos de igualdad y no discriminación.
📌 Coordinación con los agentes sociales y recursos de derivación: 112, Policía, Guardia Civil, CAVAX (Centro de Atención Integral a Víctimas de Agresiones y/o Abusos Sexuales), CAVIS, EMAVI, Oficina de la víctima de delitos violentos, seguridad del recinto. Derivamos a estos servicios, según el caso, con el objetivo de que la víctima, tras recibir asistencia urgente en el Punto Violeta, pueda posteriormente recibir ayuda psicológica y vuelva a tener el control de su vida.
📌 Legalidad: ante cualquier conducta agresiva o discriminatoria que suponga violencia física o psicológica.
📌 Difusión y concienciación en positivo: no se trata de criminalizar las conductas sexuales como el tonteo o el ligoteo en espacios de ocio sino de promover las actitudes positivas, consentidas, deseantes y seguras en las relaciones, también en espacios festivos.
¿Eres una institución pública y quieres poner un Punto Violeta en las fiestas de tu municipio? ¿Cómo organizador de un festival te interesa esta intervención para crear un espacio de ocio libre de agresiones sexuales? Escríbenos: mujomur @gmail.com
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